El pesimismo persiste pero derretido. Escándalo de Violeta y respuesta mía. Le digo que no sé qué quiere, que no la entiendo, que respete que si me dice todo eso yo no quiera hablar. La saludo con un Shana Tova y agrego que en estas fechas la extraño. Un pelotudo, pero es cierto. Hubiéramos ido hoy a lo de mis viejos y mañana a lo de los suyos, o al revés. Hubiéramos jugado con sobrinos. Nada muy particular o diferente. Las fiestas me aburren pero sin ella aburren más. Para hoy queda hablar de fútbol (y tenis, ahora hablamos de tenis) con mis primos y responder todo tipo de preguntas acerca de Violeta y mi presente y futuro emocional y profesional. Nota mental: dar cabida a los hombres (fútbol, tenis, ley de medios), evitar a las tías (Violeta, trabajo, “preguntas profundas”).
Ayer, por otro lado, y después de que Lean me amenazara de que si no lo hacía yo lo hacía él, le mandé un mensaje a Mariana. No le había escrito desde el domingo. Estuve toda la semana editando la fiesta y escribiendo cosas para el guión del corto que tengo que preparar para el concurso. Busqué imágenes de descarte, empecé a pensar algunas cosas, escribí.
Pero ayer vino Lean, jugamos unos partidos, fumamos y me preguntó. Le contesté, me puteó y me dijo que pensaba que estaba deprimido, que eso hablan con los pibes, que yo estoy deprimido. Me preguntó si la mina está buena. Está buena, le dije. Entonces. Entonces qué. Mandale un mensaje. Cogetela. Qué pesados. Los pibes, cuando se ponen así. Le mandé el mensaje igual. Fueron varios. El primero para entrar en contacto. Respondió rápido, “q sorpresa pensé que te habías olvidado de mi”. Está buena y es boluda, le dije a Lean cuando le leí el mensaje. Le mandé otro, bajo amenaza. Quedamos en vernos mañana. Es sábado. Medio cualquiera. Igual no es una cita, le dije que iba a una fiesta, que por qué no se suma.
En la bandeja de entrada, un mail de Violeta:
Shaná Tova. Yo también te extraño. Saludos a tu familia.
1 comentario:
El "está buena y es boluda" me sacó una carcajada. Es así macho, es casi regla general. Igual yo te banco, las boludas no generan motivación para salir. El sólo pensar que la tenés que escuchar hablar por lo menos un ratito durante la previa, te baja la líbido.
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