lunes, 5 de octubre de 2009

Era difícil escribir con Violeta acá. No sólo porque estuviera acá. Por estar con ella. En un momento la miré dormir y pensé en escribirlo. Pero preferí recostarme al lado de ella y me dormí también. Estuvo bastante acá. Salió para ver a la madre. Al padre. Es hija única con padres separados. Tiene medio hermanos pero son más chicos. Hijos del padre. No sé. Estuvo en casa. Está en casa. Sus cosas están acá. No hablamos demasiado. O sea hablamos pero no de cosas. Estuvimos juntos. Tomamos. Miramos la tele. Como si no nos viéramos desde ayer, como si nunca se hubiera ido. Como si la abuela no hubiera muerto. Parece que Violeta eligió mi casa porque acá puede detener el tiempo.

Ahora se fue a encontrar con amigas en su casa, pero dice que no quiere dormir ahí. Yo le dije que tenía que volver en algún momento y en algún momento hablar de las cosas nuestras, pero se enojó, dice que todavía no, que no la apure.

Ayer yo estuve filmando una fiesta así que se quedó sola. Era un casamiento. Me parecía evidente que los novios no se querían. O que no se querían tanto como se quieren sus respectivos padres. Las parejas digo. Era obvio que lo habían arreglado los matrimonios progenitores. Que estaban más felices que ellos. Ella tenía 20 años y él 21. Pasaporte a la infelicidad. Los cuatro, madres y padres, desbordaban felicidad y la fiesta desbordaba dinero. Estaba lleno de viejos y los pocos chicos y chicas parecían más de fiesta de 15 que de un casamiento. Los novios bailaban por separado, cada uno con sus amigos. Parecía que no tenían amigos en común. Se juntaban en los bailes rituales de todo casamiento. Se sonreían y se besaban apenas, mostrando como animales de circo el número que les tocaba animar.

Cuando volví, violeta había salido y cuando volvió yo estaba medio dormido. Ahora tengo que editar. Tengo mucho trabajo atrasado. Le expliqué que yo no podía suspender mis cosas. Que mi vida seguía con su viaje o sin, con su abuela o sin. Que entendiera. Aceptó pero no sé si entendió. Yo espero que pronto vuelva a su casa. Me gusta que esté acá también pero es mi casa, nosotros no tenemos una situación clara, y todo se mezcla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y?? q pasó??