jueves, 24 de septiembre de 2009

Casi sin dormir. Si puede haber problemas suele haber problemas. No siempre. Casi. Recién leía el NO de la semana pasada. Un poco de retraso pero es que no actualizaron la web. Hay una nota a chicas de puan (Pola, la loca de mierda Malena Pichot y una más que hace un docu ficción en canal encuentro). Violeta es de Puan. Creo que no lo dije antes. No importa tampoco. Lo que pensaba leyendo esa nota es que nos dejaron de romper a los chicos de cine y ahora hacen lo mismo con las chicas de Puan. Caracterización y contra-caracterización al mismo tiempo. Porque cada una dice alejarse de los estereotipos pero la nota habla de "Las chicas de Puan". Así que… Lo mismo con el Bafici y los chicos de cine, el morral, el pelito, las películas. ¿Cuántos son iguales a otros? No sé.
Edité toda la noche y en un momento me falló una cosa así que tuve que empezar un proceso de varias horas otra vez. No estuvo mal. Fumé un poco, leí un poco. A una hora prudente (cerca de las doce) le mandé un mensaje a Mariana. Puse algo asi como “Pronto, Tarantino”. De loco que estaba. Como si me hubiera comido los avances de un canal de cable. Me di cuenta después de apretar enviar y quise repararlo: “El fin de semana, podría ser. Hablemos”. No respondió. Hasta ahora recién que puso que ya estaba durmiendo y que sí, que hablemos para el fin de semana. ¿Histeria o verdad? Nunca sabremos. Violeta envía crónicas de Berlín. Hay una cantidad de adjetivos que no se puede creer. Todo es “súper”, “increíble”, “la mejor”, “muy loco”. A mí me parece que estamos grandes para el mito del viaje que te abre o te cambia la cabeza. Ya lo dijo ella igual, que era un viaje para hacer de más chica, pero que había que recibirse primero, mudarse, no sé, todo un orden de cosas que dejó el viaje para este momento (y nuestra relación para quién sabe cuándo, supuestamente yo soy el culpable de que la relación ni ahora ni antes ni nunca, pero bueno). Parece que Berlín le escapa a la lógica y sí le abre la cabeza, la fascina y “es la única ciudad hasta ahora donde me quedaría a vivir, la gente es toda así como nosotros, esa sensación de que uno podría hablar con cualquiera, la mejor, la mejor onda en Berlín”. Me habla de bares y yo me la imagino bailando para sajones libidinosos, aunque no sé si sajón y libidinoso pueden ir juntos.

2 comentarios:

Flor dijo...

Los estereotipos son siempre dañinos, ¿no? Yo estudié Letras y, supongo, era una chica Puan, aunque...bueno, según esa nota no lo era ni por asomo.

Julia dijo...

Violeta está excitada por la nueva sensación. Tal vez una conversación en persona sería diferente, se ahorraría los adjetivos adolescentes y profundizaría sus vivencias. No sé.