lunes, 21 de septiembre de 2009

Todo el fin de semana con angina. Después de la cena familiar, el viernes, unas birras con los chicos en el bar y volver a dormir. Sábado amanecí con anginas, no fui a jugar al fútbol y a la noche, la verdad, no quería salir. Llamó Lean, me dijo de la fiesta, de piba esta Mariana y otra vez, que estaba deprimido. Tengo anginas, qué sé yo. Me quedé mirando las peleas de UFC hasta que me dormí.
Pero hablé con Violeta. Estuve online todo el fin de semana y ella justo se conectó bastante. La saludé y empezamos a hablar de nuevo. Me pidió perdón por lo del otro día y dijo que en realidad es otra cosa, que me quiere tanto, que no puede dejar de pensar…Me quema. Cada vez que hablamos me quema. Creo que yo quería saber un poco en qué andaba. Tantear. Ya estaba en Praga, contenta. Me dijo que había querido comprarme regalos pero que no se animó. Ese tipo de afirmación me exaspera. Para qué lo dice. Me comprás o no me comprás pero no me decís que ibas a comprarme… No puedo evitar el sabor amargo al final de cada conversación o pensar que está re loca, que la quiero pero que no la aguanto.
El sábado a la tarde le mandé un mensaje a Mariana. Supongo que no me creyó. Que no la puedo llamar más, a menos que la llame hoy o mañana y haga una contraoferta. Pero qué sé yo, no tengo ganas. Ahora estoy editando y más tarde voy a entregar el dvd del bar mitzva.

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