viernes, 4 de septiembre de 2009

Me quedé dormido. Apagué el despertador y seguí. Me levanté a las doce. Violeta me escribió. El mail era de las once y pico. Por poco no la agarré conectada. Decía que había llegado bien, que ya estaba en la casa de su amiga.
Me bañé, me hice un café y me puse a editar. El lunes tengo que entregar el dvd del casamiento del sábado pasado pero el domingo tengo que filmar otra fiesta al mediodía. Edité un par de horas. El padre de la novia, de unos cincuenta años, bailaba con su sobrina de más o menos veinticinco, de una manera muy libidinosa. Ella está buena. Le clavaba los ojos y le sonreía. Él la agarró y le tocó un poco el culo. Ella le levantó la mano. Le dijo algo al oído. Corté esa parte y la guardé en la carpeta donde guardo todas las partes prohibidas, íntimas o hot de las fiestas. Algún día voy a hacer algo con eso. Son escenas tipo Los secretos de Harry, cuando en la reunión de parejas de amigos unos se ponen a chapar en la cocina. Todas las fiestas tienen algo así.
Después vino Lean. Fumamos y jugamos unos partidos. Le gané tres de cuatro. Se fue, pero me convenció de dos cosas: de ir hoy al cumpleaños de Jesi (dice que las amigas están buenas, pero me torra) y de ir mañana a jugar al fútbol.
Violeta acaba de conectarse. Hablamos un poco, dijo que estaba apurada. La amiga la estaba esperando. Allá son las once. Se debe ir a una fiesta o algo, pero no me dijo. Me preguntó qué hacía yo y le dije que iba al cumpleaños de la novia de Lean. Seguro le molestó. Jesi le cae mal. Me dijo que la pase bien y que se tenía que ir. Le pregunté cómo estaba. Dijo que bien.
Una mierda. Me voy a bañar y después edito un rato más.

1 comentario:

marina k dijo...
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