sábado, 3 de octubre de 2009

Violeta está llegando. La madre al final le dijo lo de la abuela antes de que viaje, pero ella decidió volver igual. Un tranquilizante y dormir todo el viaje. Me llamó por teléfono. Me dijo que no quería ir ni a su casa ni con la madre, si podía quedarse unos días en la mía.

Violeta está llegando a mi casa. No llego a entender bien las implicancias. No sé si tiene sentido preguntarse. Su viaje fracasó, su abuela se murió. Supongo que en ese contexto lo nuestro no es importante. Todo está teñido de una especie de angustia, como si el aire estuviera pesado o hubiera baja presión.

Sé que la madre iba a buscarla y que la trae acá. Ella pidió eso. No sé bien cómo recibirla. Supongo que veremos en el transcurso del día y que ella en un momento deberá enfrentar sus cosas, su familia, todo lo que pasó.

Ayer vinieron Lean y Nico. Jugamos unos partidos. Toda esta historieta les pareció cualquiera, pero les parece cualquiera desde hace ya un tiempo, cuando quizá todo se volvió cualquiera. Esa masa densa que decía. No se me ocurren cómo podrían ser las cosas. Ellos dicen que no puedo decir que no. Deben tener razón. Yo creo que escribo esto un poco porque se agotó el tema de conversación.

Ahora voy a ordenar un poco la casa. Acaba de llegarme un mensaje que ya están viniendo para acá.

3 comentarios:

Julia dijo...

En qué anda el corto de las imágenes cortadas?
(Para "cortar" un poco el clima de la historia enrarecida con V).

Carlos Lucero dijo...

hoy conocí el blog
creo que lo voy a ir entendiendo de a poco...
me atrae, ese es el primer paso
saludos y gracias

Anónimo dijo...

no da que justo no escribas hoy, me mata la intriga
igual se debe complicar escribir con la mina en tu casa